Condenado por sus acciones, por su mal hacer, por sus aventuras en terreno vetado.Nadie comprendió sus actos. No dieron tiempo a la redención. Castigaron sin saber, sin entender por qué, sin razón.
Nadie más que Él alcanza el origen de sus hechos incontrolados que le llevaron al castigo eterno mientras que sus verdugos disfrutaban viéndole caer en el averno, con tanto sufrimiento que hasta la última alma percibió su inmenso dolor.Verdugos infames que con actos similares atravesáis vuestro tiempo. Tinieblas se ciernen sobre el mundo que conocéis y que vosotros habéis destruido, poco a poco, condenado, sentenciado, jactándoos de las desgracias que infligisteis a los semejantes. Arded como yo ardo.
Junec, 16.Junio.2008
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