Queda un largo camino por delante pero nuestras piernas van casi sin cansarse. Eso sí, sin cafeína y eso se nota.
Los paisajes siguen siendo tan verdes como todos los que hemos visto hasta ahora. Es increíble cuanto verde se puede ver.En cuanto salimos de estos bosques llegamos al pueblo donde está el bar.
No tardamos en llegar al bar en cuestión y allí nos encontramos con los pitufitos y la canaria que están saliendo ya. Para ir con los pies casi en carne viva no veas lo deprisa que va. En fin.
El café con dos tostadas de pan de pueblo con mantequilla y mermelada que nos apretamos no tiene precio. Con estas nuevas calorías en nuestro cuerpo y con la cafeína corriendo por nuestras venas, nos lanzamos a la carga, a la conquista de esta nueva etapa.
El ritmo es muy bueno y vamos igual de fuerte que ayer. A este ritmo no sé si tardaremos mucho en alcanzar al grupo. Los kilómetros caen muy deprisa y sin darnos cuenta hemos hecho ya casi dos tercios de la etapa de hoy.
Incluso tenemos mucho tiempo para disfrutar de semejantes paisajes.
Paramos en un bar para descansar un poco y beber algún acuarius que nos de las fuerzas suficientes para acabar el día.En poco tiempo llegamos al hostal donde comenzamos con la parafernalia diaria de lavar la ropa, descansar, escribir, etc…
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