Ataviado con todos los bártulos de plástico posibles para no mojarme me subo a la bici con destino El Real de la Jara, si su señoría Zeus me lo permite. Me despido de mis compis y me pongo en marcha por el asfalto. Son 16 kilómetros hasta el desvio del parque natural. Por suerte cuando voy por el km 10 o algo así, deja de llover y comienzan a abrirse las nubes. Ahora toca decidir: por la carretera o por el parque natural por el monte. La decisión me viene cuando llego a la entrada y veo que es una pista forestal. Vale, me tiro por el monte, espero no arrepentirme.
Y no me atrepiento, no. La pista está de muerte y casi seca con lo que e va estupendamenre entre alcornoques. Qué buena decisión, de momento.Por todo el parque han puesto unas señales que hacer prácticamente imposible el que te pierdas.
Llega un desvío que no me espero y que me saca de la pista forestal y se mete de lleno por el monte. Hummmmm esto sí que no me lo esperaba. No tardo mucho tiempo en llegar a los pies del cortafuegos que sube hacia el Calvario y calvario es lo que sufro para poder subir, o más bien debería decir trepar???
Está muy, pero que muy inclinado y las piedras sueltas no ayudan nada. Además, como se ha tirado toda la mañana lloviendo el suelo está lleno de torrenteras y tierra suelta. Cuando comienza a tenderse un poco se sube un poco mejor, empujando eso sí. Menos mal que por lo menos la escalada es corta y se pasa pronto. Ahora sólo queda bajar. Y si la subida era jodida la bajada no te cuento. Piedras enormes y sueltas y torrenteras en las que entro yo montado en la bici me hacen bajarme e ir con los dos frenos de la bici a tope y cuidando de que no me arrastre detrás.
La llegada a Almadén de la Plata es con más pena que gloria pero ya estoy a salvo libre de torrenteras enormes que amenazaban con devorarme entero, con bici y todo.Me voy hacia el albergue que, para fastidiar, está en la otra punta del pueblo. A ver si me pueden sellar la credencial y así tengo otro sello. Pues va a ser que no. Cerrado.
Oficina de turismo? Cerrada.
Ya que no puedo sellar en ningún sitio me monto en la bici y tiro millas.
Esta vez cojo la carretera, que es por donde va el camino durante un trecho. Como no veo ni una sola flecha que me desvie sigo por ella subiendo y bajando por un rompepiernas que me deja sin fuerzas cuando entro en El Real.
El albergue municipal apesta y cuesta 8 euros pero a unos 25 metros han abierto uno este verano que está nuevisimo y limpisimo y sólo te cuesta 2 euros más. Merece la pena.
El pueblo es tranquilisimo y se está de verdadero miedo, hasta que nuestra amiga la lluvia vuelve a aparecer con fuerzas renovadas. En fin, es lo que hay.
Por la tarde subo al castillo que hay en el pueblo que no está nada lejos y las vistas desde allí son increíbles.
La verdad: un sitio muy recomendable para parar.
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