lunes, 3 de agosto de 2009

Avilés - Luarca

3-Agosto-2009
93 km.
Hoy ha sido una etapa especialmente dura. No sólo por la cantidad de kilómetros que hemos hecho, ni por el perfíl rompepiernas de la etapa sino porque nos hemos perdido!!! Alguna vez tendría que ser.
La salida desde Avilés está muy bien indicada. Es fácil seguir las flechas. Lo malo es que comienza con una subida muy fuerte que, a esas horas de la mañana, te deja sin gota de energías. Ya una vez has acabado de subir hay unas estupendas vistas de Salinas.
Una vez se atraviesa el pueblo de Salinas comienza una tremendisima subida con una pendiente que hará que nos empleemos al 100%. Eso sí, una vez que estás en la zona de arriba y se retoma el camino de tierra te ves inmerso en bosques interminables de Eucaliptos.
Las vistas de estos bosques de Eucaliptos y Helechos son sobrecogedoras. El País Vasco era muy impresionante pero estos campos no dejan muy atrás a Asturias.
Por estos bosques asturianos y con alguna dificultad que otra por las piedras, raíces y charcos del camino, llegamos a El Castillo, donde después de otra fuerte subida nos deja vistas como estas:
En la subida se pasa por la puerta de una casa cuyos amables dueños han puesto a disposición del peregrino una fuente con un agua estupenda. Merece la pena pararse unos instantes aquí.
Ya pasadas las últimas casas nos adentramos otra vez en los bosques típicos de aquí con Helechos con tamaños más que considerables.
Poco a poco llegamos al desvío en El Pito hacia Cudillero. Decidimos acercarnos a ver este hermoso pueblo. Y el pueblo es realmente bonito.
Ver Cudillero tiene una buena y una mala noticia. La buena es que la bajada hasta el pueblo es bastante empinada y con la bici llega a ser muy divertida. La mala es que todo lo bien que te lo has pasado bajando lo vas a pasar de mal subiendo. Para salir de Cudillero hay que subir unos 3 kilómetros de continua pendiente sin reposo.
Las vistas desde arriba te quitan el poco aliento que te ha dejado la subidita.
Sin parar de subir y bajar y por bosquecillos llegamos a lo que sería la pesadilla de hoy.
Pasado el puente por el que se llega a Soto de Luíña se pueden ver unas flechas de color anaranjado en el suelo. Parecen las mismas que las del camino pero no, no lo son.
Estas flechas pertenecen al grupo de montañeros de nosedonde y te mandan por otro camino que poco tiene que ver con el de Santiago. Esas no se deben seguir por nada del mundo.
Cuando llegamos en una cima a un hotel, preguntamos por dónde se sigue por el Camino de Santiago y nos dicen que nos tenemos que dar la vuelta y coger allí el camino o que si seguimos por esa carretera se puede pasar la sierra y llegar a Ballota. Y eso que es un atajo!!!!! En qué día fuímos a coger el atajo!!!!
Por esa maldita carretera nos tiramos más de 10 kilómetros de endemoniada subida para poder pasar la sierra. Que si lo llego a saber...... Encima no hay pueblos, no hay nada.
Con más pena que gloria llegamos a la cima y descendemos hacia Ballota.
Desde Ballota hasta Cadavedo no hay nada más que subidas y bajadas que nos dejan mucho más cansados de lo que ya estabamos.
Para más inri en Cadavedo no hay plazas, claro y encima el sitio es bastante cutre.
Mi rodilla comienza a doler y empiezo a tener cuidado.
Sea como sea tenemos que llegar al siguiente albergue que está a 17 kilometros!!!! Por suerte son más o menos planos y se hacen rápido.
Más rápido de lo que pensaba llegamos a Almuña donde hay un buen albergue con bastantes plazas.
No hemos comido y en la entrada del pueblo hay un supermercado. No tardamos en salir pitando hacia allí para comprar comida.
Para aprovechar que estamos allí, cerca de Luarca, nos duchamos y nos cogemos un autobús que nos deja en el pueblo.
Después de un ligero paseo y una cerveza en una terraza en el puerto la vida se ve de otra manera.
Esta etapa se la dedico al marinero que te pasó más de media hora intentando amarrar una barquichuela de remos. Gran risa nos pasamos a su costa.
Unas vistas desde el puerto de Luarca.

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