Nos levantamos muy pronto para no pasar mucho calor y a las 6 estamos desayunando ya. El albergue al que vamos tiene pocas plazas y hemos visto a varios peregrinos en Betanzos. En fin, hay que llegar antes.
Con mi dedo voy muy bien gracias a la fundita de silicona que me compré en la farmacia. Uff qué gusto poder caminar en condiciones.
Con bastánte ánimo para las horas que son bajamos hasta el rio Mendo, donde en el puente está la concha del camino.
A partir del puentecito el camino coge una inclinación bastante seria y bastante larga, unos 4 km.Los paisajes en este tramo son preciosos y como vamos tan bien de ánimo, los kilómetros van cayendo muy deprisa.
Menuda diferencia con ayer. Las piernas no duelen, el dedo menos y la espalda ya se está acostumbrando a llevar el peso de la mochila, hoy un poco más pesada por la comida que tenemos que llevar hacia Bruma.
Meangos lo acabamos de dejar detrás y cuando paramos de nuevo para comer algo y quitarnos algunas piedrecillas veo que hemos hecho ya 12 kilómetros en lo que llevamos de mañana. Ufff. Cómo vamos tan deprisa???
Los paisajes son una delicia. Bosques de eucaliptos, robles y demás, con zonas de helechos, campos enteros de helechos.En Leiro, 15 kilómetros después de salir del hotel, paramos para reponer fuerzas con fruta, ciruelas y galletas de chocolate, vamos todo un manjar. Justo cuando estamos parados vemos que se acercan los 6 peregrinos que estaban en el hotel de Betanzos. Como???? Pero cómo nos han pillado???? Pues sí que van deprisa ellos también.
Según van pasando nos damos cuenta que una de las mujeres parece que va fastidiada con una pierna. Y aun así nos han cogido??? Seguro que los de Ávila salieron antes y van por delante. Uff, ya son 12 las personas que van por delante.
Después de ponernos en marcha no tardamos mucho en cogerles y vemos que uno de los hombres está muuuuy fastidiado con todo el pié vendado y una de las mujeres no puede moverse casi. Uhmmm, parece que si que vamos a llegar antes.
Después de una bajada tendida y de 18 kilómetros de camino llegamos al mítico bar Julia.Dentro parece que hay gente y mochilas. Cuando entramos nos llevamos una sorpresa. Allí están los peregrinos de Ávila y la canaria.
Pues nada, les hemos pillado a todos de una tacada.
En el bar nos tomamos una coca-cola mientras que el resto se está metiendo unos bocadillos de infarto. Y van a poder subir lo que viene ahora??? Justo después de este punto comienza la subida más fuerte de este camino. Son 1,5 kilometros con una pendiente nada despreciable. Bueno, no creo que nos suponga gran cosa con las fuerzas que llevamos hoy.
Y eso hacemos. Nada más salir del bar pillamos ritmo, y fuerte, y dejamos a todos atrás.
Nos tomamos el gel deportivo que llevaba para poder aguantar la subidita más fuerte que viene ahora. Ya hace calor y la subida por el caminito amenaza con quitarnos hasta la última gota de agua del cuerpo. Hay mucha humedad entre los helechos y no paramos de beber agua.
Un paisaje precioso. Nosostros despotricando sobre Pitufo gruñón, Pitufo chistoso y Pitufo silencioso mientras subimos por la cuestecita. En una de estas que paramos a beber agua nos encontramos con que Pitufo gruñón está detrás de nosotros!!!! Glub, nos habrá oído???Junto con él seguimos subiendo hasta el final de la cuestecita. Estamos deshidratados, Madre qué calor hace ahora!!!
En la parte de arriba hay una casa con una manguera y la dueña nos da agua muy amablemente. Menos mal, nos hace falta que ya casi no teníamos.
Foto en el cruceiro que hay arriba y seguimos nuestro camino hacia el albergue.
A partir de este punto el paisaje no tiene nada de especial y lo único que quieres es llegar al albergue para ducharte cuanto antes. Hace mucho calor ya a estas horas de la mañana y aqui estamos los tres peregrinos intentando llegar a Bruma.
En el tramo que nos separa del albergue hay dos puntos a tener en cuenta en cuanto a señalización.
Primero: hay un buen tramo que no está señalizado pero que, haciendo caso de la última flecha y siguiendo por la carreterucha por la que te manda, se puede volver a encontrar las flechas un poco más adelante.
Segundo: Un poco más adelante hay un cruce en forma de T en el que no hay señal ninguna. Parece que la señal estaba en el suelo pero se ha borrado. Pues bien, hay que seguir por la derecha. Nada más girar a la derecha y comenzar una suave bajadita hacia un arroyuelo se puede volver a ver una flecha en el tronco de un árbol que está a la izquierda.
De este punto hasta el albergue se hace un poco largo por el calor pero no tiene ninguna dificultad.
Cuando llegamos al albergue resulta que está allí la mujer con su hermano y su hijo que conocimos en Neda. Además también estan los italianos que nos hemos ido cruzando por Miño y por Betanzos.
Los de Ávila también llegan.
Hale!!! Todos junticos de nuevo.
Este albergue está en mitad de la nada, bueno, más bien en un pueblecillo donde no hay nada. No hay bares, no hay supermercados, no hay tiendas pequeñas, no hay nada. Eso si, el hospitalero tiene un teléfono de un restaurante que lleva comida de menú en taxi si le llamas por teléfono. Es algo bastante agradecido.
Por cierto, una mención de honor al Hospitalero de Bruma que, junto con el de Pobeña en el camino del Norte, han sido lo mejor que me he encontrado en mis aventuras.
Con la cena en la mesa comentamos las jugadas del día que acaba de terminar.
A partir de este punto el paisaje no tiene nada de especial y lo único que quieres es llegar al albergue para ducharte cuanto antes. Hace mucho calor ya a estas horas de la mañana y aqui estamos los tres peregrinos intentando llegar a Bruma.Primero: hay un buen tramo que no está señalizado pero que, haciendo caso de la última flecha y siguiendo por la carreterucha por la que te manda, se puede volver a encontrar las flechas un poco más adelante.
Segundo: Un poco más adelante hay un cruce en forma de T en el que no hay señal ninguna. Parece que la señal estaba en el suelo pero se ha borrado. Pues bien, hay que seguir por la derecha. Nada más girar a la derecha y comenzar una suave bajadita hacia un arroyuelo se puede volver a ver una flecha en el tronco de un árbol que está a la izquierda.
De este punto hasta el albergue se hace un poco largo por el calor pero no tiene ninguna dificultad.Cuando llegamos al albergue resulta que está allí la mujer con su hermano y su hijo que conocimos en Neda. Además también estan los italianos que nos hemos ido cruzando por Miño y por Betanzos.
Los de Ávila también llegan.
Este albergue está en mitad de la nada, bueno, más bien en un pueblecillo donde no hay nada. No hay bares, no hay supermercados, no hay tiendas pequeñas, no hay nada. Eso si, el hospitalero tiene un teléfono de un restaurante que lleva comida de menú en taxi si le llamas por teléfono. Es algo bastante agradecido.
Por cierto, una mención de honor al Hospitalero de Bruma que, junto con el de Pobeña en el camino del Norte, han sido lo mejor que me he encontrado en mis aventuras.
Con la cena en la mesa comentamos las jugadas del día que acaba de terminar.
2 comentarios:
El albergue de Bruma!!
Me encantó cuando estuve,
pero yo no sabía lo del menu-taxi
Cachiss.. Qué hambre pasé!
Jajaja. Pues si. Lo malo que apenas nos habíamos puesto hasta las botas tuvimos que irnos a dormir y no veas por la noche con la barriga llena. Ufff, qué mala noche pasé!!!
Publicar un comentario